01.- INTRODUCCIÓN
Otro año de la liturgia,
otra posibilidad de conversión.
Un tiempo se acaba sin dejar frutos,
otro ciclo comienza sin saber para qué.
¿Qué hará de este año algo distinto?
Ya se, lo escribiré.
02.- PRIMERO DE ADVIENTO Mc 13, 33-37
Un tiempo de esperanza.
Días de conversión y arrepentimiento,
en el recuerdo siempre necesario
de vivir en permanente adviento.
Necesario es velar siempre,
evitando la tentación de apacible sueño.
No te duermas en la hora decisiva,
es preciso permanecer despierto.
Ni el día, ni la hora es conocida
para el regreso del buen amo.
Quien con responsabilidad cumplió su tarea,
no teme si es de noche o madrugada.
No estaré pasivamente durmiendo,
aunque me enreden sucias sábanas.
Para el día de tu reino me hallarás
de pié celebrando tu redentora llegada.
03.- SEGUNDO DE ADVIEMTO Mc 1, 1-8
En el desierto surge una voz
llamando a la conversión.
Es adviento en mi vida,
preparo y allano el camino al Señor.
A cambiar de vida he sido llamado,
por el que vive convertido;
vestido de camello y mal alimentado,
Juan Bautista es figura de este tiempo.
Un agua que es solo signo
nos prepara a acoger al redentor,
ya vendrá el Espíritu Santo
que nos marcará como hijos de Dios.
El dedo corrector de Dios
se ha aproximado a nosotros.
Otro adviento en mi vida,
otra invitación a conversión.
04.- TERCERO DE ADVIENTO Mc 1, 6-8,19-28
A Betania llegaron emisarios,
con una pregunta que quema el corazón.
Una respuesta negativa y otro cuestionamiento:
“Ya está en medio de vosotros”.
La voz sigue clamando en el desierto:
“Es tiempo de conversión”.
No soy ni el Mesías, ni el Profeta,
pero, “Enderecen el camino del Señor”.
Ya está cerca el que se ha hecho hombre.
Juan da testimonio de la luz
y en el agua nos llama a conversión,
para dar el paso añorado, de hombre a Dios.
05.- CUARTO DE ADVIENTO Mc 1, 26-38
Por obra del Espíritu Santo
vendrá al mundo el que es Dios.
En el “sí” de la mujer de adviento,
se nos hará presente la redención.
Esperado por todos los siglos,
ya dispuesto el vientre de la mujer
que en esperanzador sueño de libertad,
un tiempo nuevo, para su pueblo ha soñado.
Una duda no ha sido obstáculo,
para la adhesión sencilla de la fe.
“Sí, hágase conforme a tu palabra”,
“he aquí la esclava del Señor”.
Esperamos el nacimiento redentor
acompañados de misericordiosa madre.
Otro adviento llega a su fin,
Dios se hará hombre y volveremos al Padre.
06.- NOCHE BUENA Lc 2, 1-14
Y el Verbo se hizo carne,
y puso su morada entre nosotros.
Oh maravilloso intercambio,
Dios se hizo hombre
y nosotros los seres humanos
otra vez, somos hijos de Dios.
En un pesebre se presentó la vida.
En la humildad del que nada posee,
aparece lleno de majestad
el que es fuerte en la figura de un niño.
En Belén el que es poderoso
aparece débil en un recién nacido.
Hoy renacimos todos.
La derrota final de la muerte
comienza a realizarse en la humildad.
Con las armas del amor,
luz que ilumina al mundo,
vida que dará vida en la redención.
07.- NAVIDAD Jn 1, 1-18
Unión de alma y cuerpo,
unión según hipóstasis
de naturaleza humana y divina.
¿Qué es la corporalidad?
Un ser humano y divino,
un Dios que se hace hombre,
un hombre que llega a ser Dios.
08.- SAGRADA FAMILIA Lc 2, 22-40
Para cumplir el mandato de la ley,
caminamos hacia el santuario,
a dar gracias por la visita de la vida
y cumplir con el rito de purificación.
Pero la vida a sobrepasado
las estrechas barreras familiares,
el mundo entero lo ha esperado
y el anciano sacerdote le ha soñado.
Esta es la luz que ilumina
a todas las tinieblicas naciones,
gloria del pueblo de Dios
y libertad para todo el orbe.
Con la familia sagrada,
se alegra nuestro corazón,
y con la anciana profetiza Ana,
alabamos a nuestro redentor.
09.- SANTA MARÍA MADRE DE DIOS Lc 2, 16-21
Presencia de Dios
revolotea sobre las aguas.
Presencia del Espíritu
leído en voz baja.
María está en silencio:
yo te saludo llena de gracias.
Se hace una proposición,
un encargo por hacer.
No soy capaz de hilvanar una frase,
¡incapaz de hacer una elucubración mental!
Se ha entrado en el misterio:
el Padre Eterno
se ha abajado a la condición humana,
y María viene a ser su madre
y en el orden de la gracia, Madre nuestra.
10.- EPIFANÍA Mt 2, 1-12
Dios se manifiesta al ser humano
en la persona de un niño,
y el universo entero le reconoce
en la persona de tres reyes sabios.
Tres hombres místicos,
observadores eternos de las estrellas;
tres poderosos intelectuales
de aguada mirada astronómica.
Tres reyes que visitan al rey;
oro, incienso y mirra,
ofrenda real y divina
para el que venido a la tierra.
Melchor, Gaspar y Baltasar,
nombres que nos representan;
blancos, negros y amarillos,
europeos, africanos y de Asia.
El universo conocido te contempla,
americanos y oceánicos nos unimos
a los tres sabios reyes magos
en epifánico acto de amor.
11.- BAUTISMO DEL SEÑOR Mc 1, 6b-11
El que no ha cometido pecado
se suma a la fila de los pecadores,
y entre aguas de un bautismo,
prefacio de todos los bautismos,
solidariza con todos nosotros.
No es el bautismo del Espíritu Santo,
que se ha reservado para los pecadores,
para mi y para ti hermano;
para Él solo solidaridad y amor
de lo divino para con lo humano.
Las puertas del cielo se abren:
Dios pronuncia su palabra:
“Tú eres mi Hijo; a Ti te he elegido”,
y en Él nos elige a nosotros,
en el inicio del anuncio redentor.
12.- DOMINGO II Jn1, 35-42
Atrás queda el antiguo maestro,
hombre enérgico y verás.
Hemos encontrado al que es amor.
¡Es el verdadero Cordero de Dios!
Un cuestionamiento profundo:
“¿qué buscan? ¿por qué seguirme?”
Eres el que cambiará nuestra vida:
¿dónde vives?, ¿cómo vives?
“Vengan y Vean”.
Me quedaré contigo el resto de mi vida.
Esta es la hora más importante,
en mi vida son las cuatro de la tarde.
“Hemos encontrado al Salvador”
nuestra esperanza ha sido recobrada,
está cerca el día de la libertad;
hoy me sumo al discipulado.
13.- DOMINGO III Mc 1, 14-20
Una hermosa noticia,
esperada por tantos hombres,
tantos siglos, tantas vidas,
que soñaron este amanecer.
El Reinado de Dios está aquí,
¡es preciso convertirse!,
¡urgente es proclamarlo!
Hay que invitar a abrazar la fe.
Yo quiero ser convocado,
atrás quedan mis tristes redes.
Desde hoy pescaré hombres
en las agitadas aguas de la vida.
Me decido y te sigo;
dejo atrás este legendario lago.
Por los bravos mares iré contigo,
yo acepto el discipulado.
14.- DOMINGO IV Mc 1, 21-28
El poder del maligno ya es historia.
Amaneció un nuevo día
para el hombre que tiene fe.
En Cristo nada puede contra mi,
el bien, por morada me ha elegido;
los espíritus malignos son exorcizados
por el dedo poderoso de Dios.
La fe tiene poder y autoridad.
En cristo hemos triunfado,
ya no puede contra el cristiano
la oscura fuerza del mal.
¡Arriba! La vida que brota del amor;
un nuevo orden impera en el orbe.
Comenzada la misión del Redentor,
recibe vida el espíritu pobre.
15.- DOMINGO V Mc 1, 29-39
Imploramos en busca de un milagro;
nos acercamos como nunca
a la casa que tanto rehuíamos.
En la mente la única esperanza,
¡el milagro que necesitamos!
Solo tu presencia basta,
con solo tocarme quedaré sano.
Otros enfermos llegaron antes,
estoy lejos de donde quedarán
marcados, por siempre, tus pasos.
La salud se ha vuelto signo
de que el reinado de Dios,
hasta nosotros se ha abajado.
Muchos esperamos a la puerta
“Señor, hágase tu voluntad”.
16.- DOMINGO VI Mc 1, 40-45
Excluido por los hombres,
segregado otra vez;
solo en apariencia, ser humano.
Sostenido apenas sobre los pies
voy sin dignidad de hermano.
La lepra me consume,
acercarse puede ser contagioso,
por eso en descampado,
alzo mi triste grito:
“Impuro”, ¡apartaos!
Limpio por la sangre redentora,
reincorporado a la comunidad.
No puedo acallar la alegría;
aquel que llaman Cristo,
ha roto la cadena que me oprimía.
17.- DOMINGO VII Mc 2, 1-12
Me levanto otra vez,
ahora en la dignidad de hijo.
Ayer, tristemente postrado
en la camilla del pecado,
hoy de pie como liberado.
Otra vez blanco como la nieve,
como recién salido de las aguas
de la añosa pila bautismal.
Camilla al hombro voy,
testigo del amor redentor.
La fe me descolgó por el techo,
cuando la puerta por justos
férreamente se había tapiado.
Cruzo, frente en alto,
por el viejo dintel con la dignidad del redimido.
18.- DOMINGO VIII Mc 2, 18-22
Viejas costumbre reaparecen,
quieren apoderarse de la nueva vida;
más la gracia es suficiente.
No hay retorno para el redimido.
Nuevas tentaciones aparecen
amenazantes de la dignidad;
trapos nuevos que amenazan
de la divina vestidura su integridad.
Odres arcaicos de divino néctar
con la marca del bautismo sagrado,
pueden romperse tristemente
por el alucinante vino nuevo.
No hay tristeza, ni riesgo
para el que vive como hijo de Dios.
Otro será el tiempo del ayuno,
hoy solo dicha de haber sido redimido.
19.- DOMINGO IX Mc 2, 23-3,6
Amanece un nuevo día,
distinto de trabajados días;
tiempo de acción de gracias
por lo que nos ha regalado Dios.
El domingo es siempre soleado,
como día de la redención.
No hay nubes que ensombrezcan
la esperanzadora liberación.
Un día para el Señor,
es también día para el hermano.
“No es el hombre para el sábado”,
sino tiempo para el amor.
En sábado descansó Dios
de la abrumadora labor creadora.
En Domingo nos redimió Cristo
resucitando aquella mañana redentora.
20.- DOMINGO X Mc 3, 20-35
El poder supremo de Dios
exorciza todo poder maligno.
Es el enérgico dedo redentor
él que al hombre hace digno.
No es lucha del mal contra el mal,
sino el poder de la bondad de Dios,
que aniquila en su raíz el negro pecado,
del hombre que a su mensaje presta oído.
Este hombre de fe y esperanza
es la verdadera y auténtica familia,
de la voz que en modernas plazas
invita otra vez a conversión.
No hay locura en sus palabras,
sino sensatez de veraz mensaje,
que en ágiles y atentos oídos
es motivo de caminar alegre.
21.- DOMINGO XI Mc 2, 26-34
Otra vez comparaciones,
imágenes íntimamente familiares,
metáforas que ilustran sin definir
el Reino y sus valores.
Semilla de trigo, semilla de mostaza,
un nuevo y supremo descubrimiento
que produce un nuevo y violento giro,
llenando la vida de otro sentido.
Descubierta la nueva realidad
y los valores que la animan.
Es este tiempo de hacer opciones,
los que aman iniciarán valientes acciones..
Un Reino nuevo que es realidad,
aunque en plenitud, no todavía.
Una realidad que hay que construir
uniendo férreamente la fe y la vida
22.- DOMINGO XII Mc 4, 35-40
Un nuevo y cruel naufragio,
amenaza la barca de mi vida.
Grandes y fuertes olas
como fantasmas amenazan mi mirada.
Ráfagas de viento huracanado,
desestabilizan mi navegar;
refugiado estoy en la popa
implorando tu misericordioso actuar.
Sacudido fuertemente por la vida,
temo caer por la borda.
Sin rumbo estable es arrastrada la barca,
he debido abandonar la proa.
Cuando toda esperanza estaba perdida,
al viento enérgicamente has silenciado
y las olas han vuelto a su calma.
Con la fe ti, me siento otra vez a salvo.
23.- DOMINGO XIII Mc 5, 21-43
La amenaza de la muerte eterna
se apoderó de la mente humana.
Un llanto desconsoladamente triste,
un dolor que es herida de afilada daga.
Cuando toda esperanza estaba perdida,
una voz llama al retorno a la fe.
El que pendió solitario de un madero,
rompió la cerca de la prisión de la muerte.
“La niña no está muerte; solo duerme”,
que necedad escuchan oídos racionales.
“Niña a ti te hablo; levántate”.
El pan de vida nos ha vuelto inmortales.
El Reinado de Dios es verdadero,
el imperio de la muerte sucumbió.
La vida que el pecado nos negaba,
el Hijo muerto y resucitado nos devolvió.
24.- DOMINGO XIV Mc 6, 1-6
Es preciso anunciar en mi tierra,
vamos alegres hacia los míos.
Hoy es el día de la liberación
que quiero compartir con mis amigos.
Nadie es profeta en su tierra,
solo se rechaza la verdad,
entre parientes y viejos amigos
que no dan crédito a lo conocido.
La fe no es don dado a mi pueblo.
Debo pregonar a tiempo y a destiempo,
el Reino se ha abajado a nosotros.
Hoy se cumplen estas Santas escrituras.
¿De dónde tanta sabiduría?
¿qué enseñanza es esta que trae el carpintero?
¿De dónde esos milagros de sus manos?
Es la fuerza de Dios en uno de nuestra tierra.
25.- DOMINGO XV Mc 6, 7-13
¡Vayan de dos en dos!
Este no es un encargo individual,
sino comunitaria misión
que pregona el mensaje de libertad.
Sin dinero, ni ropa de recambio,
solo una y maltrechas sandalias
para este arduo recorrido
que proclama el retorno a Dios.
Cobijados en techo fraterno
de pueblo que se abre a la fe,
sean los heraldos del Evangelio
que retornan con frutos de conversión.
Enfermos han recobrado la salud,
malos espíritus han sido expulsado.
El Reinado de Dios es hermosa presencia,
la comunidad del amor por mi pueblo a pasado.
26.- DOMINGO XVI Mc 6, 30-34
No hay tiempo para el descanso,
cuando la misión recién termina.
Es preciso dirigir otra vez la palabra
a esta multitud de Dios sedienta.
Apenas un pie fuera de la barca,
y me ha impresionado este gentío,
que kilómetros de playa han recorrido
para escuchar al que a su vida da sentido.
¿Cómo descansar cuando se solicita
una palabra de amor y esperanza?
¿cómo apartarse de la gente sencilla
que en el maestro encuentra vida?
Una mirada de renovado amor,
encuentran como añorada respuesta.
Estaban como ovejas sin pastor
y han encontrado compasión y afecto.
27.- DOMINGO XVII Jn Mc 6, 1-15
La tarde es realidad
para oídos que parecen atónitos.
Nadie se ha movido de su sitio,
no ha habido tiempo para el alimento.
En la escucha de la Palabra,
una voz recuerda el alimento.
En descampado no hay pan
solo la ración de un muchacho.
Cinco panes y dos pescados
¿pero qué es eso para tanta gente?
No hay “maná”, milagro del cielo.
¡El pan compartido es suficiente!
Gran milagro de la solidaridad
que sacia el hambre de multitudes.
Cristo ha multiplicado el pan
y nos introduce en el misterio eucarístico.
28.- DOMINGO XVIII Jn 6, 24-35
La solidaridad no alcanzó a ser signo,
lo ojos no ven más halla de lo material;
sustancia de harina, levadura y agua
que ha satisfecho el estómago de tanta gente.
Solo era un signo elocuente
del pan necesario para el sustento,
ahora nos insta a mirar al cielo
en busca del espiritual alimento.
Él es el pan bajado del cielo;
alimento que sacia toda hambre.
Quiero sentir siempre necesidad
del alimento que da vida perdurable.
En la mesa de la Palabra
he sido cariñosamente instruido,
y ahora en la mesa eucarística
he sido divinamente alimentado.
Con nuevas y renovadas fuerzas
realizo el duro y arduo camino
al sitio en que el mismo Dios
ha puesto entre nosotros su reinado.
29.- DOMINGO XIX Jn 6, 41-51
Un pan distinto a los otros panes,
capaz de saciar toda hambre,
libremente ha bajado del cielo
y se ofrece como trigo triturado.
Es el propio Cuerpo de Dios
entregado por la vida del hombre.
A este alimento de santidad,
no hay pan que se le iguale.
Para vivir por toda la eternidad,
me acerco a la mesa del pan vivo;
no tendré más hambre ni sed
en el Señor he alcanzado nuevo sentido.
Ha bajado como pan del cielo
¡Que gran regalo de amor!
Alimentado del dulce manjar
hasta el cielo se alza mi esperanza.
30.- DOMINGO XX Jn 6, 51-58
Transubstanciación:
Oh maravilloso intercambio,
de pan y vino, a Dios.
Un pan que ya no es pan,
un vino que ya no es vino.
Aunque mis ojos sigan contemplando
de trigo y uva los mismos accidentes,
Cristo en ellos se hizo presente.
Comemos de tu carne,
bebemos de tu sangre
en la esperanza de alcanzar
la añorada vida eterna.
Es el sacramento de nuestra fe,
pan compartido, alimento de vida;
Cristo se queda conmigo,
yo le recibo en cada eucaristía.
31.- DOMINGO XXI Jn 6, 61-69
Seducidos por el engaño,
tenemos la tentación de buscar
por otros caminos nuevos rumbos.
Rumbos de felicidad pasajera,
rumbos de engañosa nueva vida.
Una palabra entonces,
una interrogación que urge.
Es preciso tomar decisiones:
“Señor a quien iremos,
Tú tienes palabras de vida eterna”.
No abandonaremos la marcha,
seguiremos hasta el fin en tu compañía.
No nos escandalizan tus palabras.
Comeremos tu carne, beberemos tu sangre,
en la esperanza de alcanzar vida eterna.
32.- DOMINGO XXII Mc 7, 1-8ª. 14-15. 21-23
Vivir en coherencia,
de acuerdo a lo que creo actúo;
la vida y la fe por el mismo surco,
lo público a la par con lo privado.
Difícil síntesis;
extremada coherencia,
una exigente petición,
testimonio y elocuencia.
Entre farisaísmo y cristianismo,
solo una diminuta línea divisoria.
Lo legal se trasforma en precepto,
el amor es petición espontánea.
Opto por el amor,
me niego al ritualismo exagerado.
En el nuevo orden de la libertad,
Solo el amor es exigido.
33.- DOMINGO XXIII Mc 7, 31-37
Quien puede poner obstáculo
o encerrar tras oscuros cristales,
al que ha renacido a la libertad
en la dulces aguas del bautismo.
La lengua que había sido atada,
adherida férreamente al paladar,
ha sido libre “Efata”
y el gran gozo se ha vuelto a proclamar.
El oído que se encontraba muerto,
tapado por toneladas de pecado,
ha vuelto a oír la más hermosa sinfonía.
La vida a tornado a la libertad.
Otra vez integrado a la comunidad,
hermano de los libres.
En el amor oímos “Efata”,
hoy es el gran día del redentor.
34.- DOMINGO XXIV Mc 8, 27-35
Débiles ojos humanos,
incapaces de apreciar lo que se esconde
tras la cortina del hermoso arco iris.
Solo un hombre poderoso,
solo una enseñanza nueva,
sin apreciar la verdad que se revela.
Interrogado el discípulo,
solo es capaz de comprender a medias
la trascendencia del colorido arco iris.
“Eres el Mesías, el Hijo de Dios”.
La alegría, la esperanza
que necesita nuestro pueblo.
Pero la fe supone el dolor.
Hay que ir a Jerusalén.
Hay que tomar la cruz.
Sin dolor, sin sufrir, sin pasión,
solo será un sueño la liberación.
35.- DOMINGO XXV Mc 9, 30-37
No hay más alta dignidad,
que la de ser servidor.
Es éste un tiempo de cambio,
de nacer a una nueva mentalidad.
Todo es cambio, todo movimiento,
de noche a día, de solsticio a equinoccio.
Pero el cambio del corazón
es tarea muy difícil para el hombre.
Para ser primero, hay que hacerse el último,
para ser importante, hacerse nada,
para ser adulto hacerse niño,
renunciar al mundo para ganar el cielo.
Para ganar la vida, asumir la cruz,;
para ser más digno, hacerse servidor;
para ganar la vida, elegir la muerte;
duro cambio nos exige el redentor.
36.- DOMINGO XXVI Mc 9, 38-43.45.47-48
La tentación de apartarse
siempre presente en la vida.
Solo evitando la ocasión de pecar,
fortalecidos con el don del espíritu Santo
podremos responder con fidelidad al Señor.
Manos, piernas, ojos, sentidos.
Son muchas las tentaciones,
quién quiera alcanzar a Dios,
debe cortar pecaminosos órganos,
evitando del pecado la seducción.
Quien con el Señor camina,
vence el poder del tentador.
Quien con el Señor camina,
abundancia de gracia cosechará.
Quien no recoge con el Señor,
en su pecado desparrama.
37.- DOMINGO XXVII Mc 10, 2-16
Una flor solitaria es hermosa,
pero un jardín bien cuidado
es expresión maravillosa de la creación.
La soledad no constituye familia,
el amor de dos engendra brotes
en floreciente jardín.
En el Edén fueron puestos en pareja,
hombre y mujer los creó Dios.
Lo que el uno carece lo encuentra en el otro,
hombre y mujer complemento de amor,
que el ser humano no debe separar.
Unidad e indisolubilidad,
fidelidad exclusiva en el sentir por el otro,
un vínculo que nadie puede romper.
Desde entonces uno solo.
Lo que Dios ha unido
origina el floreciente jardín,
que el hombre con tiernas manos
debe siempre cuidar.
38.- DOMINGO XXVIII Mc 10, 17-30
Una serena motivación,
un anhelo de ser feliz
no se debe confundir con ser bueno.
El Reino no se alcanza
por cumplir los sagrados mandatos,
sino por hacer del amor
el supremo sentido de existir.
Hoy vendo cuanto poseo,
porque esa cosa me falta.
Me entrego a los pobres
para salvar a los ricos.
No es difícil entrar al reinado divino,
para Dios todo es posible,
si es posible para mi.
39.- DOMINGO XXIX Mc 10, 35-45
Una lucha que no da tregua,
otro hombre que es destruido
y como eterno caminante,
escoge su propio camino.
El poder, siempre en función
de otros oscuros intereses,
se introduce entre los hermanos
y como moderno Caín
ve correr la roja sangre del pobre Abel.
Un asiento a la derecha,
otro asiento a la izquierda,
se convierta en mezquina meta,
aún cuando sabemos que entre nosotros
no puede, ni debe ser así.
El servicio ya es olvido,
Santiago y Juan quieren honor,
otro hermano resultó herido
en esta lucha destructora
de la comunidad del amor.
40.- DOMINGO XXX Mc 10, 46-52
Bartimeo, hijo de Timeo
vive en la oscuridad,
pero es capaz de ver la luz.
Muchos otros caminantes
que ven con plena claridad
sin creer en el poder de Dios.
Quiero ver con claridad,
no quiero que me falte
la luz bendita de la fe.
No quiero volver a ver oscuridad,
hartos están mis ojos de la tinieblas.
Por el mismo camino
seguiré al que es la luz.
41.- DOMINGO XXXI Mc 12, 28-34
Mandatos y leyes
que oprimen al hombre
y nos convierten en modernos observantes,
farisaicos cumplidores.
Una sola cosa es necesaria.
Amar: amar a Dios, amar al prójimo,
vivir en la única verdad.
Ser cristianos es amar.
No está lejos el reinado de Dios
para quien se esfuerza
y sin reservas humanas
emprende el camino del amor.
42.- DOMINGO XXXII Mc 12, 38-44
Donación y entrega,
soberbia y satisfacción,
dos humildes monedas
frente a billetes manchados de dolor.
Una pobre mujer viuda,
grandes señores en tenida portentosa,
una actitud humilde
que abofetea al corazón mordaz.
Una alma que en Dios confía
otros que creen en la fuerza de su poder.
¿Quién dio más?
Sin duda, la que amó más.
43.- DOMINGO XXXIII Mc 13, 24-32
Para el último día
no espero castigo y destrucción,
sino amor, misericordia
y por sobre todo perdón.
Día del Señor,
día de recapitulación,
de restauración de lo que he dañado,
de devolver la dignidad a quien la ha perdido.
No se cual es el día,
tampoco conozco la hora.
Estoy preparado.
¡Vuelve pronto, Señor Jesús!
44.- DOMINGO XXXIV CRISTO REY Jn 18, 33-37
Eres nuestro Rey,
sin el poder de lo económico,
sin la fuerza de un gran ejercito,
sin los fatuos honores,
ni la corona de brillantes,
oro, zafiros y esmeraldas.
Con un trapo rojo por capa
y unas espinas por corona,
eres la personificación del amor,
eres la verdad, el camino
y por encima de todo la vida.
Los romanos lo dijeron:
“Tú eres Rey”,
eres Jesús de Nazareth,
Rey de los Judíos,
en lo alto de un madero pusiste tu trono
y en una mesa tu altar.
45.- MIERCOLES CENIZA
Por conseguirlo se puede asesinar,
es un tesoro que corrompe y destruye,
el poder en función de lo económico
destruye cualquier intento de fraternidad.
Para alcanzarla, se miente,
se blasfema, se injuria y se aplasta.
Lo que Satán no consiguió con el Maestro,
en sus cuarenta días de desértica tentación,
lo conquistó con sus discípulos
que se abrazan y se matan
para en función de lo económico
conquistar el mezquino poder.
En función de los sentimientos
se arrastran al pasajero placer,
y en función de facilitar la vida
se dejan como bobos embaucar
en la lujuriosa carrera por tener.
Por conseguirlos se puede asesinar,
son tesoro que corrompen y destruyen,
el tener, el poder y el pacer, ciertamente
destruyen cualquier intento de fraternidad.
46.- PRIMERO DE CUARESMA Mc 1, 12-15
“El tiempo se ha cumplido,
el Reino de Dios está cerca,
cambien de vida y reciban la fe”.
Mudos cercos me impiden avanzar,
a caminar me he decidido muchas veces
y feos alambrados han detenido mis pisadas.
Acerados alambrados son los límites,
púas metálicas amenazantes de toda marcha.
Ahí están:
Estaca tras estaca,
alambre y más alambre,
quiero libertad de humanos límites
para conducir mi existencia a lo celeste.
Ahí están:
Cercas construidas por otros hombres,
alambrados que yo mismo he levantado.
En mi espíritu el más grueso de los alambres:
Padre “he pecado”
devuélveme la tan amada libertad.
47.- SEGUNDO DE CUARESMA Mc 9, 1-9
“Que bien estamos aquí”.
No quiero quedarme en la pasividad.
El Reino se debe construir.
Me has mostrado un reflejo
de la luminosidad del astro eterno.
Eres la luz que disipa mis tinieblas,
el amor que vence al odio,
la verdad que supera la mentira.
El Mesías que tanto habíamos esperado.
La salud me ha visitado;
alcanzarla se transforma en meta.
Necesario es cambiar de vida,
conversión el desafío de esta cuaresma.
48.- TERCERO DE CUARESMA Jn 2, 13-25
Un celo amoroso por lo divino,
un conocimiento acabado del ser humano.
Vendedores expulsados violentamente
por el lacerante golpe de un látigo;
corazones escudriñados minuciosamente
por la mirada penetrante de Dios.
Un templo destruido y reestructurado
en un paso por la muerte de tres días,
emerge más altivo y sólido
tras la resurrección del Mesías.
Me conoces en mis pensamiento,
mi mente no te es desconocida,
mis sentimientos has escudriñado,
sabes de mi pasión y mi desidia.
Yo también quiero ser templo
que se levanta tras tres anocheceres.
Quiero ser fiel a tu designio amoroso,
fiel testimonio del nuevo amanecer.
49.- CUARTO DE CUARESMA Jn 3, 14-21
Otro día sentado en la acera
en la remota espera de un milagro.
El agua se agitó otra vez
y no me alcanzó la salud.
En el agua del bautismo,
cuando abierto al don de la fe
escuche la bella palabra:
“tanto amó Dios al mundo,
para que nadie perezca,
envió a su Hijo único.
Señor, agita el agua de mi espíritu,
limpia con el vital elemento
este cuerpo enteramente tuyido
y renueva mi irredimido ser.
Las tinieblas fueron disipadas
por la neblina matinal del bautismo,
ahora soy hijo de la luz,
testigo de aquel que en lo alto
pendió del madero de la cruz.
50.- QUINTO DE CUARESMA Jn 12, 20-33
Un tiempo de gracia que se acaba,
nuestro corazón espera encontrar sosiego.
Es la hora de la glorificación,
en la tierra caerá el grano de trigo
para brotar como vida en la resurrección.
Es una hora esperada intensamente,
no hay terrible angustia sino alegría.
La misión llega triunfalmente a su fin.
Vendrá el tiempo de la cosecha
y se me invita a ser segador.
Una voz resuena como un trueno
en esta hora de la glorificación.
Cuarenta día que llegan a su fin,
tiempo especial de purificación.
Me introduzco en otro tiempo sagrado
para celebrar nuestra liberación.
51.- DOMINGO DE RAMOS Mc 11, 1-10
Una multitud recobra la esperanza,
la libertad, se abaja hasta la plaza.
¡Hosanna! ¡Bendito el que viene!
montado en un animal de carga.
El Dios del amor se acordó de su promesa,
están contadas las horas del invasor.
¡Hosanna! Al Hijo de David que llega
entre ramajes de olivo como el rey que es.
Esta anual fiesta de nuestra fe
tendrá un distinto sabor a libertad.
El cordero de Egipto sacrificado por Moisés,
está de nuevo aquí ¡Hosanna! ¡Bendito día!
Agito mi rama, saludo al rey,
pongo ante Él mis esperanzas de libertad.
Aleja al invasor, padre y autor del pecado
¡Hosanna! ¡Benditas fiestas de redención!
52.- JUEVES SANTO Jn 13, 1-15
Un trozo de pan, un vaso de vino,
una alianza eternamente esperada,
es sellada ante una fraterna mesa,
prototipo de infinitas mesas,
que hermanan a tantas indignas almas.
Un sacrificio que supera todos los sacrificios,
un sacerdote que modela todos los sacerdocios.
Salvífica muerte en el pan partido,
cáliz de roja sangre que purifica
y llena de esperanza a la humanidad.
Un banquete prototipo de todos los banquetes,
una cena que adelanta la mesa celeste,
fuente y cubre de la vida cristiana,
última cena, primera misa,
hemos entrado en el misterio redentor.
53.- VIERNES SANTO: PASIÓN Jn 18, 1-19; 42
Voy a esculpir una estatua
donde pondré mis pecados.
Voy a amarrarle las manos,
voy a cerrarle los párpados,
porque solo tengo apariencia de ser humano.
Estoy recogiendo este barro
para plasmar mi lamento,
experiencia no tengo en guijarros
y en mi conciencia solo arrepentimiento.
Voy a desfigurar su (mi) rostro
para no delatar mi calaña.
Voy a sentarla en el suelo
porque de él brota la cizaña.
Debo cargar esta greda,
antes que empiece el calor,
debe estar lista este sábado
antes que resucite el Redentor.
54.- VÍA CRUCIS:
Un hermano, por unas monedas
entrega a sus enemigos al de su propia sangre,
otro hermano cobarde y temeroso
reniega y reniega de su hermano.
Una autoridad pusilánime
teme aplicar la bella justicia
y una multitud frustrada en su esperanza
pide la sangre del que les dio un sueño.
En un madero somos cargados,
el justo lleva en sus hombros a los injustos,
tres clavos se hunden en santa carne,
ríos de sangre limpian mi alma.
Esta muerte era inevitable,
de un cadáver brota la vida.
El grano de trigo a muerto,
no fue infecundo su paso por la vida.
55.- SABADO SANTO Mc 16, 1-8
Una vida divina
derrotó la muerte humana.
Un mandato de amor fraterno
a superado al maligno odio.
Una eterna justicia
se ha impuesto a la oscura iniquidad,
una libertad añorada
sepultó para siempre la negra cautividad.
Una verdad silenciada
ha sellado los labios embusteros,
una paz eterna
niega su reinado a la sucia violencia.
La fraternidad ganó la batalla
al mezquino individualismo,
la solidaridad, al egoísmo,
el respeto a la persona se impuso
ante la violación del derecho humano.
Resucitó el Señor,
hemos ganado todos.
Lo eternamente añorado,
gratuitamente se nos ha dado.
56.- DOMINGO DE RESURRECCIÓN Jn 20, 1-9
Un sepulcro amaneció vacío,
la semilla que se hundió en la tierra
brotó hermosamente a la nueva vida.
Pesada loza que cubría el ingreso,
no fue obstáculo para detener la libertad
por tanto tiempo aprisionada en los hombres.
Una vendas y un sudario perfectamente doblados,
todo permanece en cuidado orden
porque la rectitud a sido devuelta al ser humano.
No se han llevado al masacrado cuerpo,
glorificado se levantó el resucitado,
sobresaltadas las antes angustiadas mujeres,
la primera y alegre noticia nos han transmitido.
57.- SEGUNDO DE PASCUA Jn 20, 19-31
“La paz sea con ustedes”,
no ha sido derrotado su corazón.
“La paz sea con ustedes”,
la esperanza otra vez ha llamado a la puerta.
No seas incrédulo sino fiel.
En la cruz quedó la desesperanza,
amaneció un nuevo día,
el día octavo de la creación.
Feliz quien crea sin haber visto.
Dichoso el que cree en el amor nuevo.
Fantasmas danzan como espectros del pasado,
pero eres Tú, real presencia que dinamiza la vida.
¡Es Verdad!
¡Resucitó el Señor!
58.- TERCERO DE PASCUA Jn 24, 35-48
Identidad.
El mismo que pendió de la cruz
ahora saluda deseando la paz,
carne y huesos es el signo más elocuente,
no estamos ante un fantasma.
El Resucitado es el mismo crucificado
que ahora se alimenta con pan y pescado
para confirmar la vacilante fe
de quienes el miedo había debilitado.
Confirmada la vacilante fe
ya nada podrá detener la alegre noticia,
en Él, resucitamos todos,
el pecado y la muerte han sido derrotados.
Identidad creyente del testigo
que ha sido rescatado del temor.
En alegre despertar a la vida,
traigo buena nueva de redención.
59.- CUARTO DE PASCUA Jn 10, 11-18
En busca de abundantes pastos,
seguido por pacientes ovejas
que han reconocido su dulce voz,
camina alegremente el pastor.
No es posible seguir otros pasos,
solo su voz reconocen nuestros oídos,
por amor entregó su vida como rescate.
Que distinto del asalariado,
Un solo rebaño, un solo pastor,
es el utópico y noble ideal.
Su voz continua trinando a nuestros oídos,
mientras a tiernos pastos nos guían sus pisadas.
Ningún lobo nos podrá dispersar,
Él es el Buen Pastor
que nos conoce y llama por el nombre,
somos inquietas ovejas recatadas por amor.
60.- QUINTO DE PASCUA Jn 15, 1-8
Solo unido al amor,
frutos de amor brotan tiernamente.
Soy tu frágil rama sacudida
por ráfagas de mentirosas tentaciones
que amenazan con tirar los escasos frutos.
Tú eres la maravillosa vid,
yo el frágil y agitado sarmiento,
escasos son los frutos que he producido
y ahora sufren la amenaza de perderse.
Me resisto a ser cortada por el Padre viñador,
pánico acompaña mi pensar de hombre
ante la posibilidad de arder tristemente.
En mi corazón el deseo de ser podado tiernamente
para producir abundantes frutos de amor.
Soy sarmiento de tu vid
que añora producir abundantes frutos,
pero también frágil rama del árbol de Edén,
que descubre del hombre sus miserias,
en los frutos agrios del pecado original.
61.- SEXTO DE PASCUA Jn 15, 9-17
Un mandato reconocidamente nuevo
que sintetiza todos los precedentes preceptos,
somos verdaderamente tus amigos,
por el ideal del amor otra vez unidos.
“Que se amen los unos a los otros”,
como Tú nos has gratuitamente amado.
El amor del Padre que nos has revelado
ahora debe guiar valientemente nuestros pasos.
Amor, bello distintivo del ser cristiano,
desafío permanente del que sigue tus pasos.
¡Cuántas palabras!, ¡cuántos versos!
Los discursos del amor completan bibliotecas.
“En esto conocerán que son mis discípulos”:
“En que se amen los unos a los otros”.
“Ama y haz lo que quieras” dijo el Santo de Hipona,
como hombre extraño, besa lo que encuentres a tu paso.
62.- SEPTIMO DE PASCUA Jn 17, 11b-19
En el mundo sin ser de él,
como una flor acuática
que contempla el sol en el desierto,
es la vida del discípulo de Cristo.
Objeto de cuidado y abnegación,
como preciado tesoro
que se descubre en oxidados
y añosos objetos sin valor.
Al Padre hemos sido confiados
por la voz dulce del Buen Pastor.
Cuidados y protegidos de la maldad
somos heraldos del amor.
Enviados a los confines del orbe,
con la bandera de la verdad izada
en lo más alto de su asta;
nadie detiene al mensajero de la paz.
63.- ASCENSIÓN Mc 16, 15-20
Cumplida está la tarea,
les regalo mi espiritual presencia.
Hoy me voy, pero me quedo,
son ustedes continuadores de mi misión.
Cuerpo y alma celestializados.
El que era Dios se hizo hombre,
y ante nuestros ojos el hombre
asciende para transformarse en Dios.
Una paz inunda el alma,
no hay dolor en esta separación.
Oh, esperanzador intercambio,
de Dios a hombre, de hombre a Dios.
64.- PENTECOSTÉS Jn 15, 26-17; 16, 12-15
Cincuenta días de alegría
son colmados de dulce presencia,
un fuego que arde y purifica,
un viento que sopla y renueva.
Dones inimaginables recibimos,
todo ahora huele a añorada unidad,
un mismo mensaje en distintas lenguas,
una misma alegría en diferentes razas.
Siete dones inmerecidamente recibimos,
muchos frutos esperanzan florecer.
El Espíritu se abajó a nosotros
para que nosotros ascendamos a lo celestial.
Purificado por el rojizo fuego,
renovado por impetuoso viento celeste,
ninguna barrera de la soberbia humana
podrá detener el gozoso anuncio de redención.
65.- SANTÍSIMA TRINIDAD Mt 28, 16-20
Siempre presente el Verbo de amor
reflejado en la misericordia.
En tu nombre fuimos signados,
por los siglos te pertenecemos.
Por amor nos invitaste a existir,
revelándonos tu nombre nos llamaste
a vivir una perpetua esperanza de amor.
Podemos confiar, eres nuestro DIOS PADRE.
Por amor te hiciste hombre
y te entregaste como víctima salvadora,
definitivamente nos has liberado,
DIOS HIJO, nuestro redentor.
No vamos solos por este valle,
una luz guía nuestros pasos.
Un fuego que arde y purifica eres
entre nosotros DIOS ESPÍRITU SANTO.
A Ti honor, poder y gloria,
Dios uno en Tres Personas,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
bendito misterio de unidad y amor.
66.- CORPUS CHRISTIE Mc 14, 12-16.22-26
Un trozo crujiente de pan,
un vaso de tinto vino,
un misterio eterno contemplo
en la fracción del pan.
No es un símbolo del cristiano,
es real presencia del resucitado.
No es espiritual presencia divina,
es substancial intercambio de materia.
Lo que era pan, ahora es cuerpo,
lo que ahora es sangre redentora,
hace apenas un lapso de tiempo,
era simplemente un vaso de vino.
Oh presencia de Dios,
verdadera, real y substancial.
Sacrificio que se reactualiza,
convite fraterno vivido en la fe.
67.- SAGRADO CORAZÓN Jn 19, 31-37
Del costado abierto por la lanza
brota el amor de Dios,
sacramentos que dan vida,
vida que es realización.
Corazón signo sagrado
del misericordioso amor de Dios,
se nos exige igual respuesta,
amar al hermano que Él nos dio.
Un amor, que con amor se paga,
no existe otra vía de realización.
Dios me ama, yo le amo,
viva su Sagrado Corazón.
68.- PRESENTACIÓN DEL SEÑOR Lc 2, 22-40
Un ritual que se cumple,
Dios es presentado a Dios.
Misterio que solo se revela
al que es pobre de Yahvé.
Simón y Ana esperanzados
alzan en sus brazos al redentor;
hoy la promesa se ha cumplido:
Dios se ha acercado al hombre de fe.
Luz que ilumina a las naciones,
gloria del pueblo de Dios.
Ya está en medio de nosotros
el esperado por todo tiempo.
69.- SAN JOSÉ ESPOSO DE LA VIRGEN Mt 1, 16.18-21.24ª
Esposo sin consumar
carnalmente el matrimonio,
padre sin haber engendrado,
hombre de profunda fe.
Prototipo de todo esposo,
modelo de paternidad,
patrono de los trabajadores,
testimonio supremo de humildad.
Artesano, carpintero,
educador de la fe.
En tus manos de padre adoptivo,
me cobijo hoy San José.
70.- ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR Lc 1, 26-38
Tantas palabras pronunciadas,
en voz alta y en susurro
y ninguna de ellas supera
la que Gabriel comunicó.
Unas palabras sencillas
anticipan un gran misterio.
Ante tal admiración, una sílaba basta:
Sí acepto, hágase su voluntad.
En este Fiat de la fe,
Dios asume nuestra humanidad,
y cuando demos nuestro fiat de la fe,
nosotros asumiremos su divinidad.
71.- EXALTACIÓN DE LA CRUZ Jn 12, 31-36ª
Dos maderos que son un signo
de lo que debe ser la vida del hombre.
Un palo que se alza al cielo
simbolizando nuestra relación con Dios,
otro horizontal que marca al mundo
en las relaciones fraternales.
En la humillación de la cruz
triunfa para siempre la vida,
y en castigo de delincuente y criminal
se nos manifiesta el que es Rey.
Levantado en lo alto del patíbulo,
nos mostró la prueba suprema de su amor.
Cargar la misma cruz con dignidad,
por amor a Dios y a los hermanos.
Nadie se excluye de este sacrificio,
todos cargamos con algún dolor,
más, donde hay digna dolencia,
ahí también hay redención.
72.- SAN JOSÉ OBRERO: PRIMERO DE MAYO
En Chicago fueron cegadas muchas vidas
mientras un grito se alzaba al cielo.
Voces no escuchadas de angustiados obreros
que debieron derramar su sangre para alcanzar
lo que desde el origen es don del cielo.
Dignidad del trabajo humano,
imploramos al cielo a más de un siglo.
San José el silencioso y humilde carpintero,
que en Nazareth encalleció sus manos,
escucha la plegaria del sencillo trabajador.
Mis herramientas he consagrado,
mi trabajo sigue creando Contigo,
dignidad es mi más honroso salario,
mi sudor se suma a tu redentora pasión,
de obrero en su día escucha mi oración.
73.- SAN JUAN BAUTISTA Lc 1 57-66.80
Vive como piensa,
predica lo que vive,
en él no hay contradicción.
Conversión es su mensaje,
y retirado a la soledad desértica,
como ermitaño es testimonio de Dios.
Precursor, porque prepara el camino,
disponiendo el corazón a recibir
al que es la plenitud de la verdad.
El dio testimonio de la luz,
mientras el resto prefirió la oscuridad,
de una vida sin bautismo de conversión.
No es él, el salvador,
su bautismo no es fuego y Espíritu.
Él que viene luego de él es Dios,
y ante tal dignidad,
conviene disminuir
para que el crezca en nuestro corazón.
74.- SANTOS APÓSTLES PEDRO Y PABLO Mt 16, 13-19
Dos pilares fundamentales
de esta divina construcción.
Un apóstol para los elegidos,
un nuevo testigo entre los paganos.
Dos vidas entregadas por amor,
un torrente de sangre derramada.
Son semilla de nuevos cristianos,
Pedro y Pablo, mártires de Dios.
Un pescador que es llamado
desde el inicio de la misión,
un fundamentalista de su religión
que se encuentra con el amor.
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